‘Comprar o no comprar, esa es la cuestión’.
Uno de los mayores desafíos del ahorrador es sin duda enfrentarse a uno mismo. Tenemos una gran facilidad para engañarnos y auto-convencernos de que realmente necesitamos un producto. ¿Es posible evitarlo? ¿Podemos distinguir una verdadera necesidad de un simple deseo? Lo cierto es que no es fácil.
En mi opinión el primer paso es reconocer que en realidad el ser humano tiene muy pocas verdaderas necesidades. Debemos admitir que las mayoría de las cosas que obtenemos son prescindibles. E incluso entre estas, hay muchas que son además de prescindibles son dudosamente útiles pues prácticamente no las usamos. Sería interesante hacer un experimento. De todos los artículos que tenemos en nuestra casa (ropa, aparatos electrónicos, libros…) ¿Cuántas son los que hemos usado a lo largo del último año? La respuesta a este ... Continuar leyendo